martes, 10 de julio de 2012

Autismo, Pensadores Visuales | Temple Grandin

Hace unos años vi una película sobre Temple Grandin (HBO) y ahora la encuentro en una conferencia de TED. Y comparte su visión sobre la integración de las mentes diferentes. Ella es austista y científica, y son notables sus conclusiones sobre la mente, el autismo y el hacer de este mundo uno mejor. Me gusta ella!





Temple Grandin, es una zoóloga, etóloga, y profesora de la Universidad Estatal de Colorado y una diseñadora de mataderos. Se doctoró en Ciencia Animal en la Universidad de Illinois. Actualmente es profesora de comportamiento animal en la Universidad de Colorado. Además, es autora de libros como Thinking in Pictures e Interpretar a los animales.

Psicologia positiva: Martin Seligman





viernes, 6 de julio de 2012

Ejercicios para mover Neuronas

Amistad. El máximo de relaciones personales que puede mantener el cerebro humano es de 150, el número Dunbar, pero el núcleo más estrecho no supera las 12. Las de Facebook no cuentan, pero el poder de la amistad se ha cuantificado y es tremendo: cada amigo feliz aporta un 15% de felicidad, así que tener amistades de este tipo es un buen ejercicio para el bienestar.

Abrazos largos. Experimentos recogidos por Elsa Punset en su libro han demostrado que las neuronas espejo necesitan al menos seis segundos para conectar con la emoción. Ese es el tiempo que debe durar un abrazo como mínimo para que el proceso químico que supone se consolide en el cerebro humano.

Recuento diario. Dado que el cerebro está preparado para fijarse en las amenazas, es importante ejercitarse en el pensamiento positivo: cada día, durante dos semanas, hay que pensar al final de la jornada en 10 cosas buenas que han ocurrido durante el día y pasaron desapercibidas.

Segundo mágico. Es poco tiempo, pero hay un cuarto de segundo en el que se puede rechazar una emoción negativa, como los enfados. Para ello es importante ponerle nombre y reflexionar si seguirá siendo relevante dentro de cinco años.

Sonreír sin ganas. Los científicos han demostrado que sonreír mecánicamente mejora un estado de ánimo bajo. Al momento, uno se siente más feliz, se relaja la tensión acumulada. Además, sonreír es la señal de estar más abierto a los demás y se percibe rápidamente. En este caso, la cara no es el espejo del alma, pero ayuda.

Hablar en público. Es normal sentir ansiedad al hablar en público, expuestos ante un auditorio. Pero hay consejos que ayudan, como repetir la charla previamente en la cabeza, evitar estar detrás de una mesa o mantener la mirada con el público: mirar a una persona tres segundos, dar un vistazo general y volver a mirar a otro asistente tres segundos. Otro truco es imaginar que todos están desnudos. Relaja pensar que están tan expuestos como el conferenciante.

Altruismo. Son muchos los estudios científicos que han demostrado cómo ocuparse de los demás incrementa sustancialmente la felicidad. Quizás por ello, todas las religiones incluyen la solidaridad con los demás como una de sus obligaciones.

Adiós a las rutinas. Repetir cada día los mismos gestos, los mismos pasos, es poco estimulante. Punset recomienda realizar pequeños cambios, como buscar rutas diferentes para ir al trabajo, proponer una actividad diferente a la familia o incluso cepillarse los dientes con una mano distinta.

Ser creativos. Ser creativos mejora el bienestar. Y todos lo somos. La creatividad surge cuando se relaja la mente, pero también con el sentido del humor, en la naturaleza, incluso imaginándose en otro lugar o haciendo otra cosa. Como curiosidad: se ha descubierto que el color azul fomenta el pensamiento asociativo.

Fuente: ElMundo.es